miércoles, 17 de febrero de 2016

NUEVO PAISAJE

     Un pedacito de nube viajando lentamente entre pañales tibios. La madre sujetaba con determinación el aire para que lo dicho no perdiese ensueño. El padre, de pie, columna lluviosa, lo sostiene todo.
     Para mí, asible, pues a ratos sigo el vagabundeo de calles imaginadas o en ocasiones, sacudo los brazos: oleaje... Quizás, por eso, me salpiqué de nube y aguacero. Tuve miedo de asentar la punta de los dedos en los pañales y, no queriendo alterar su disposición, me dije: “es mejor que, mientras, a su modo, se marcha la nube con papá y mamá, yo vaya abrazado a ese paseo.”

     Y el paseo lo abre todo, cortina corriendo…


     Se bañan ahora, mis mares, mis islas, mi ajetreo.