martes, 28 de julio de 2015

ENCIERRO

     Para no eludir su destino el hombre entró a comer en el mismo lugar; cuando no lo hace el relieve del sitio empequeñece. Se sienta y ordena LO HABITUAL... Entonces, aparece revoloteando UNA COSA que, en instantes, se apoya en su silla.
     Se miran, sin embargo almuerza y se va.

     Sola, LA COSA, volviendo a ser cualquier cosa.