Comentario
del jurado sobre mi libro LA VOZ INFINITA, el cual obtuvo una MENCIÓN en el
PREMIO DE NOVELA BREVE LA LINARES 2022
«La voz infinita». Seudónimo: «El caminante»
Narra la historia de un joven pintor ecuatoriano y su hermano cineasta
mientras se encuentran en Rusiaiyán y Azerbaiyán en calidad de becarios; el
pintor en Moscú ha hecho la carrera de Pintura y está a punto de iniciar
estudios de doctorado en arte; su hermano Rigoberto, cineasta, está en el
proceso de filmar una película en Bakú, cuando de repente una de las actrices
del reparto desaparece y la producción se detiene.
Quien narra la historia es el pintor. La calidad del lenguaje utilizado
y la delicadeza que dispone para transmitir los sentimientos y pensamientos son
frescos y profundos a la vez. «Nos encontramos en las vacaciones que se
extienden desde junio hasta agosto, entonces aprovecho para alistar una
exposición de mis lienzos, en los que hay embarcaciones trazadas en la simetría
y deformaciones de la existencia ahí reflejada por medio de contornos: naves a
veces largas, altas en otras ocasiones, pero bajeles al fin. Seguramente
llegarían a desplazarse si empleara mis alientos como velamen. Ocurre a ratos
con las derivaciones del alma».
Él va describiendo a su paso los pormenores de su vocación, del medio
donde se mueve y de quienes le rodean, para conformar un relato que, por varias
razones, se ha de considerar admirable.
En primer lugar, destaca el uso de una prosa tersa, de ritmo sosegado,
lírico, que tiende mucho a explorar la intimidad, la espiritualidad e incluso
lo cósmico del ser humano y del tiempo.
Así es como el narrador se apropia de un lenguaje extraordinariamente
sugerente para indicar las preocupaciones del propio artista, y las de su
hermano cineasta. Todo ello, mientras pasea por varias ciudades, entre ellas
Moscú y Bakú, capital de Azerbaiyán. La narración hace alusión a hechos reales:
la guerra del Alto Karabaj, un conflicto entre las fuerzas armadas de
Azerbaiyán contra Armenia y la República de Artsaj (en la región del Alto
Karabaj), desarrollado entre el 27 de septiembre y el 10 de noviembre de 2020,
tras un acuerdo de Alto al Fuego patrocinado por Rusia. Las acciones y
aventuras no cambian la vida de los personajes, sin embargo, lo que cambia es
la historia de ese país y la historia mundial; el conflicto armado discurre por
varias páginas de la novela, pero lejos de relatar hechos bélicos cuenta las
repercusiones que estos hechos tienen en la vida de los hermanos, quienes
finalmente retornan a Ecuador, ante el inminente fallecimiento de su madre.
El pintor lee a varios clásicos de la literatura rusa como Dostoievski,
Chejov, Maiakovski o Bulgakov, haciendo glosas sobre estos: asiste a museos,
mira exposiciones, observa la realidad social en tiempos de la Perestroika
(evitando hacer juicios políticos e ideológicos, o realizar descripciones parcializadas) o recuerda a su país
natal, el Ecuador, y, sobre todo, reflexiona sobre el sentido de la vida, sobre
sus misterios, espejismos o certezas; arroja una mirada a la noche, al tiempo,
al universo, mientras se hace preguntas sobre el sentido de la existencia a
través de su particular óptica contemplativa y poética, y todo ellos empleando
una delicadeza realmente sorprendente.
En este contrapunto de voces y
aconteceres, el narrador no coacciona al lector con efectismos ni truculencias,
ni lo conduce a dobleces especulativas o a sucesos extremos, crímenes o estados
límite para impactar premeditadamente al lector, sino que, por el contrario,
apela a las fibras sensibles para urdir su trama intimista, plena de
preocupaciones estéticas que alcanzan el rango de una meditación profundamente
humana, resuelta dentro del matiz poético. Se trata de un texto lento, moroso,
que se detiene en detalles, en pormenores, en procesos de creación de la obra
de arte, de películas, de libros, de recuerdos familiares, y los va tejiendo de
un modo magistral a los mundos anecdóticos, los cuales aparecen mezclados a
medida que avanza la escritura.
La película que va a filmar su
hermano Rigoberto en Bakú queda trunca, su madre fallece, la exposición que el
artista va a hacer se pospone, y finalmente queda para ser realizada en la
propia habitación del pintor, en su intimidad. Pero la vida prosigue, pese a
todo, parece decirnos la obra, ofreciendo sus colores para que nos atrevamos a
vivirla.
Por su esmerada escritura y sus
logros poéticos y estilísticos, por su hondura filosófica y por mantener al
lector atento a los detalles mediante capítulos muy breves, «La voz infinita»
califica para figurar como finalista entre las merecedoras del galardón de
novela corta en esta oportunidad.
Abiertos los sobres de identificación, las obras
premiadas corresponden a los escritores:
·
Juan
Carlos Moya, por su obra «La venganza de Venus»
·
Leo
López, por su obra; «Enseñar a fumar a las niñas»
·
Sandino
Burbano, por su obra «La voz infinita»
Felicitamos a todos los escritores que acudieron a la
convocatoria y a quienes han obtenido distinciones en el Premio «La Linares» de
novela breve, 2022, así como a los organizadores de este certamen anual.
-Gabriel Jiménez Emán (Caracas)
-Bernardita Maldonado (Barcelona)
-Iván Egüez (Quito)