martes, 28 de octubre de 2014

LA CLAVE

     El propietario estiraba a lo alto sus sentidos un tanto más de lo tolerable… Y, de repente, ¡saltaron! ¿Hacia dónde? A relieve. 
     Camina tras ellos pero tropieza con un recipiente de leche que, volteada, se acumula verticalmente… Forma, ¡qué cosa!, las paredes del envase que la contuvo.

     Esto sucede —expresión hacia la cumbre de la ley “Causa efecto”— cuando los sentidos se desbordan más arriba de lo permitido.

     Y ahí está, La Llave, en alto relieve, o, si se prefiere, La Clave.

     Clave, amontonada hacia arriba.

martes, 7 de octubre de 2014

SIN TÍTULO

     Él pasaba a través de animales sin rayarlos. ¡Reses vacías! Como el viento sopla fuerte, éstas, por momentos, se convierten en columpios y el hombre aprovecha para mecerse… El juego se repite incesante. Empieza a cansarse. Entonces, baja, da algunos pasos, pero una de sus piernas se atasca en una porción interior de uno de esos animales que, fuera, se encontraba dispersa.

     Gracias a que las acciones descritas no se hallan adheridas a esta historia por un título, haciendo mucho esfuerzo, pudo sacar la pierna.

     Y, por ende, salvarse.